La primera vez que probé esta sopa, me enamoré de ella. Así que no podía haber un día mejor para compartirla que en San Valentín. Es una sopa cremosa, suave y deliciosa, que no llega a ser una crema porque no lleva nada triturado. Típica de Nueva Inglaterra, en EEUU se cocina de diferentes maneras, dependiendo de la región donde se esté. En la mayoría de los casos se hace añadiendo también apio picado, pero esta versión no lo lleva y es la que más gusta en casa. En este caso, haciendo honor a la que a mi me enamoró, os cuento la versión que yo cocino, que es lo más parecida posible a la que se come en la cadena californiana de Souplantation de San Diego. Un lujo al alcance de todos.
Ingredientes:
1 kg de almejas
1 chorrito de vino blanco
100 gr de beicon ahumado en taquitos
2 cucharadas de harina
1 cebolla
2 patatas grandes
1 taza de caldo del de abrir las almejas (alrededor de 50 gr)
2 tazas de leche (=400 ml)
1 taza de nata líquida (=200 ml)
1 latita de maíz dulce en grano (=1/2 taza)
1/2 cucharadita de tomillo
Sal
Pimienta negra molida
Aceite de oliva virgen extra
1 hoja de laurel
Preparación:
Lo primero que tenemos que hacer es limpiar muy bien las almejas para que suelten toda la tierra posible y no nos estropeen el plato. Para ello, las ponemos en un cuenco cubiertas de agua con sal y las cambiaremos el agua unas tres veces. Siempre usando agua salada, para que se crean que están en el mar, se relajen y suelten arenilla. Yo lo que hago es que las pongo en un colador y lo sumerjo en el agua, para cuando las cambio del agua, que se quede la arena abajo en el cuenco y no me la lleve de nuevo con las almejas. Lo podeís ver en la foto.
Una vez limpias las almejas, las abrimos. Yo las he abierto en el microondas, en tres tandas y he tardado con cada tanda 2 minutos y 30 segundos. Para ello he puesto en un recipiente apto para microondas un chorrito de vino blanco y una hoja de laurel y he colocado las almejas que iban cabiendo sin amontonarse, he tapado y a potencia máxima (mi micro es de 800W) las he abierto en ese tiempo que os comentaba. Según terminaba el tiempo, las iba sacando a un tazón y colaba el caldo que habían soltado en otro tazón, volvía a poner otra tanda de almejas en el mismo recipiente sin quitar la hoja de laurel y con un chorrito de nada de agua las aquí para abrir mejillones. Si no os gusta este método o no tenéis microondas, las abrís en una cazuela al fuego con un chorrito de vino blanco y una hoja de laurel.
ponía otros 2 minutos y medio (esta vez ya sin echar vino) y han quedado genial. Es el mismo método que ya expliqué
Luego en lo que vamos preparando la sopa tendremos que ir sacando las almejas de su concha y colaremos todo el caldo con ayuda de un tamiz muy fino o con un trapo o, como yo he hecho esta vez, con papel de cocina, para quitar la arenilla que pueda llevar (porque aunque hayamos limpiado las almejas, no sé cómo, siempre queda algo de arena). También podéis ver a lo que me refiero en las fotos.
Ahora ya vamos con lo divertido: En la cazuela donde vayamos a hacer la sopa echamos un pelín de aceite y doramos bien el beicon. Mientras, vamos cortando la cebolla en trocitos pequeños y las patatas en cubitos medianos (que luego queremos que la patata se note y no se deshaga).
Cuando el beicon ya está dorado, añadimos la cebolla picada y le
echamos un poco de sal para que se poche, lo que tardará alrededor de 5 minutos. Entonces, añadimos el tomillo (poco, que si no luego predomina mucho el sabor) y la harina y le damos un par de vueltas para quitar a la harina el sabor a crudo. Y ahora sí que añadimos el caldo colado de las almejas, la
leche, la nata y la patata en cubitos. Probamos de sal, rectificamos si hace falta y añadimos la pimienta negra molida y el maíz en
grano. Dejamos hervir a fuego medio y tapado durante unos 15 minutos, que es el tiempo que necesitaremos para que se cocine la patata sin deshacerse. No obstante, probamos, porque algunas patatas a veces son muy duras y quizá necesiten 5 minutillos más.
En este punto yo aparto un plato de sopa para mis hijos, que si ven
una almeja en la sopa les da un patatús y ya añado las almejas
limpias. Las dejo dar un hervor de unos 30 segundos (no les hace falta más) y sirvo la sopita bien caliente, recién hecha.
Si queda demasiado espesa para vuestro gusto, no tengáis problema en añadir más leche o caldo y remover antes de servir.
¡Qué aproveche!