viernes, 21 de octubre de 2016

Tarta de queso al horno

Me chiflan las tartas de queso, ya sean de las frías que se cuajan con gelatina o cuajada, como de las de horno con queso fresco, con crema de queso, con quesitos... Así que, cogiendo trocitos de aquí y de allá conseguí esta tarta tan rica, con el sabor de la típica tarta de queso americana, pero menos densa, más espumosa, que se deshace en la boca y es realmente una delicia. Eso sí, no apta para dietas de adelgazamiento.

Con las cantidades que aquí pongo sale una tarta grande en molde de Ø24 cm o bien dos tartitas de Ø18 cm, que son las que yo hice esta vez. Se puede congelar sin problema y sigue estando riquísima.

Ingredientes:

Para la base
400 gr. de galletas tipo digestive
80 gr. de mantequilla
50 gr. de almendras peladas

Para el relleno
4 huevos
600 gr. de queso crema (2 tarrinas grandes de Philadelphia)
500 ml nata líquida 35% materia grasa
200 gr. azúcar
1 yogur griego (125 gr.)

Para la decoración
Mermelada de arándanos o del sabor que más os guste (preferiblemente algún fruto rojo)
Arándanos naturales (podrían ser fresas o frambuesas también)

Preparación:

Con Thermomix
Primero preparamos un molde desmoldable apto para horno y lo forramos por la parte de fuera con papel de aluminio para que luego, al hacer la tarta al baño María en el horno, no le entre agua. Además, ponemos a precalentar el horno a 180ºC.
Ponemos en el vaso las galletas y trituramos 10" velocidad 7-9. Añadimos las almendras y trituramos 3" más. Volcamos en un
cuenco y reservamos.
Derretimos la mantequilla en el microondas, la añadimos al cuenco de las galletas trituradas y mezclamos. Ponemos en la base del molde que vayamos a usar para hornear la tarta y aplastamos bien,
repartiendo la masa por todo el fondo y parte de los laterales del molde. Horneamos tal cual durante 10 minutos para que la base se endurezca.
Mientras la base se dora, vamos preparando el cuerpo de la tarta.
Para ello, colocamos la mariposa en el vaso y batimos los huevos con el azúcar 5', 37ºC, vel. 3 y 1/2 y 5 minutos más a la misma velocidad pero sin temperatura. A continuación quitamos la
mariposa del vaso y añadimos la nata, el yogur griego y el queso crema y batimos 30" vel. 3 y 1/2.
Pasados los 10 minutos de horno, retiramos el molde y bajamos la temperatura del horno a 150ºC. Vertemos la crema de queso sobre la
base de galletas, que ya estará doradita y crujiente, y ponemos el molde en una bandeja de horno algo honda, para que podamos echar en esa bandeja como un dedo de agua y así la tarta se hornee al baño María. Comprobamos que el papel de aluminio con el que forramos el molde por fuera siga intacto, para que no entre agua a la tarta.
Horneamos a 150ºC durante una hora y media aproximadamente.
Depende del horno, en alguno hará falta una hora y 45 minutos. Una vez pasado el tiempo, apagamos el horno con la tarta dentro, lo dejamos entreabierto y dejamos que la tarta se enfríe dentro poco a poco, para que no se raje.
Una vez fría la tarta, desmoldamos y decoramos como más nos guste. Lo habitual es hacerlo con mermelada de frutos rojos, pero también podríais ponerle gelatina de fresa, chocolate fundido... Eso sí, hay que dejar reposar la tarta al menos dos horas en el frigorífico antes de servir.


¡Esta tarta es un placer de dioses!

Sin Thermomix
Primero preparamos un molde desmoldable apto para horno y lo forramos por la parte de fuera con papel de aluminio para que luego, al hacer la tarta al baño María en el horno, no le entre agua. Además, ponemos a precalentar el horno a 180ºC.
Trituramos las galletas completamente (puede ser con un robot de cocina o bien metiéndolas en una bolsa y pasando el rodillo por encima hasta hacerlas polvo). Troceamos bastante los frutos secos (por ejemplo en el mortero) y derretimos la mantequilla en el microondas. Mezclamos todo en un cuenco , y ponemos esa mezcla en la base del molde que vayamos a usar para hornear la tarta. Aplastamos bien, repartiendo la masa por todo el fondo y parte de los laterales del molde. Horneamos tal cual durante 10 minutos para que la base se endurezca.
Mientras la base se dora, vamos preparando el cuerpo de la tarta. Para ello, batimos los huevos con el
azúcar hasta que blanqueen (aumentan de volumen y se ponen blanquecinos). Añadimos la nata, el yogur griego y el queso crema y batimos con la batidora (porque a mano con varillas quedaría grumoso), pero batimos con cuidado porque no queremos que la mezcla coja mucho aire.
Pasados los 10 minutos de horno, retiramos el molde y bajamos la temperatura del horno a 150ºC. Vertemos la crema de queso sobre la base de galletas, que ya estará doradita y crujiente, y ponemos el molde en una bandeja de horno algo honda, para que podamos echar en esa bandeja como un dedo de agua y así la tarta se hornee al baño María. Comprobamos que el papel de aluminio con el que forramos el molde por fuera siga intacto, para que no entre agua a la tarta.

Horneamos a 150ºC durante una hora y media aproximadamente. Depende del horno, en alguno hará falta una hora y 45 minutos. Una vez pasado el tiempo, apagamos el horno con la tarta dentro, lo dejamos entreabierto y dejamos que la tarta se enfríe dentro poco a poco, para que no se raje.
Una vez fría la tarta, desmoldamos y decoramos como más nos guste. Lo habitual es hacerlo con mermelada de frutos rojos, pero también podríais ponerle gelatina de fresa, chocolate fundido... Eso sí, hay que dejar reposar la tarta al menos dos horas en el frigorífico antes de servir.

¡Esta tarta es un placer de dioses!



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