Esta crema está deliciosa y sirve tanto para tomar como si de unas natillas se tratase, como para rellenar tartas, tartaletas de frutas... imaginación al poder. Es suave, dulce en su justo punto y muy versátil; tanto que la he llgado a utilizar incluso para cubrir alguna tarta, como la tarta Pocoyó, donde hice el doble de cantidad del que doy en esta receta.
Ingredientes:
220ml de leche
1 huevo
2 cucharadas de azúcar
1 cucharada de harina
1 cucharadita de vainilla
200ml de nata líquida para montar
1 cucharada de azúcar glass
Preparación:
Método tradicional: Ponemos la leche, el huevo, las 2 cucharadas de azúcar, la harina y la vainilla en una cazuela y lo batimos todo. Lo ponemos al fuego removiendo constantemente hasta que espese.
Ponemos la crema en un bol y la cubrimos con un film transparente pegado a la superficie de la crema para que no se forme una "costra". Dejamos enfriar y reservamos en la nevera.
Montamos la nata y le añadimos el azúcar glass. Añadimos la crema pastelera y mezclamos bien hasta que quede una crema homogénea y aireada. Et voilá, lista para utilizar.
Con Thermomix: Ponemos en el vaso la leche, el huevo, las 2 cucharadas de azúcar, la harina y la vainilla y programamos 8 minutos, 100ºC velocidad 4.
Ponemos la crema en un bol y la cubrimos con un film transparente pegado a la superficie de la crema para que no se forme una "costra". Dejamos enfriar y reservamos en la nevera.
Con el vaso bien limpio, seco y, a poder ser, bien frio, hacemos glass 1 cucharada de azúcar triturando unos segundos a velocidad máxima y ponemos la mariposa. Montamos la nata con ese azúcar a velocidad 3 1/2.
Añadimos la crema pastelera y mezclamos bien hasta que quede una crema homogénea y aireada. Et voilá, lista para utilizar.
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