Me encanta la empanada de hojaldre hecha en casa, porque encuentras relleno por todas partes. Queda jugosa y sabrosa, pero sin exceso de sal, sin conservantes añadidos y sabiendo de primera mano lo que lleva. Es tan fácil de hacer que no podemos dejar de probarla. Casi siempre la preparo para cumpleaños o reuniones con amigos o familiares, porque cunde mucho y es un picoteo fantástico a cualquier hora.
Ingredientes:
2 paquetes de masa de hojaldre (a mi me
gusta la fresca rectangular de lidl)
1 cebolla grande
½ pimiento rojo
½ pimiento verde
1 brick de tomate frito
1 lata grande de atún en aceite
Sal
Aceite de oliva virgen extra
1 huevo
Preparación:
Ponemos el atún a escurrir en un colador, de forma que el aceite caiga en un cuenco (no tiréis el aceite por el fregadero o el wáter, que contamina muchísimo el agua).
Mientras se escurrre bien el atún,
picamos la cebolla y la ponemos a pochar con un poquito de aceite y sal en la
sartén. Cuando se esté volviendo transparente le agregamos los pimientos bien
picados y dejamos que se hagan también a fuego medio. Una vez que tenemos todo
pochadito, si la empanada la van a comer personas a las que no les gusta
encontrarse verdura en ella, trituramos todo con la batidora antes de seguir.
Si no, seguimos con ello sin triturar.
Precalentamos el horno a 200ºC.
En un cuenco, mezclamos la verdura
pochada, el atún y el tomate frito.
En la bandeja de horno donde vayamos a
hacer la empanada, ponemos una de las placas de hojaldre, poniendo como base el
papel de hornear que traen en el paquete. La estiramos un poco con las manos
con con un rodillo y pinchamos toda la superficie con un tenedor para que no
suba al hornear. Rellenamos con la pasta de atún que hemos preparado, dejando
los bordes libres y mojamos los bordes con agua. Extendemos la otra placa de
hojaldre por encima y estiramos un poco con las manos, de forma que dejemos
pegados los bordes con los de la placa de debajo que hemos mojado con agua.
Cerramos bien los bordes, para que queden unidos y no se salga el relleno y
hacemos algún agujerito en la placa de arriba, para que salga el vapor al
hornear.
Esta empanada, como la mayoría, se puede
comer también en frio y está buenísima al día siguiente.
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