sábado, 28 de mayo de 2016

Pudin de cacao al micro

Hace unos días una compañera de trabajo compartió un vídeo con una receta que parecía facilísima y resultona y quedé con ella en hacerla y llevarla para el desayuno al día siguiente. Dicho y hecho, una receta fácil, con ingredientes que habitualmente se tienen en casa, rica y rápida, que a los amantes del colacao les va a encantar. Si no os gusta el colacao o por ejemplo sois celíacos, podéis usar sin problema nesquik, cacao valor en polvo o el chocolate que utilicéis habitualmente.
Este pudin se podría hacer en el horno al baño María, pero al hacerlo en el microondas ahorramos mucho tiempo y es más cómodo. Lo único es que hay que tener un molde que sea apto para microondas; en mi caso, de silicona. También es conveniente que el molde sea de aro, porque el microondas suele cocinar antes los laterales que el centro, de modo que al ser el centro hueco, el pudin se cocinará por igual en todas partes.
Aquí os cuento cómo hacerlo.

Ingredientes
3 rebanadas de pan de molde (Ni que decir tiene, que si tenéis cruasanes, madalenas o algún otro bollo que se os haya quedado un poco duro, podéis sustituir el pan de molde por él y el pudin quedará igual o más rico).
3 cucharadas de colacao
5 cucharadas de azúcar
3 huevos
1/2 litro de leche

Preparación



Cortamos el pan de molde en trocitos y lo ponemos con el resto de los ingredientes en el vaso de la batidora o en un cuenco amplio y alto y batimos bien. Volcamos en el molde apto para microondas que vayamos a utilizar para cuajar el pudin y metemos al microondas a potencia media durante 15 minutos; dejamos reposar 5 minutos y programamos a potencia media otros 5 minutos. Dejamos reposar un rato (mejor de un día para otro) y desmoldamos.
Mi microondas es de 800W de potencia, así que yo lo hago al 60% de potencia, que equivale a unos 450W. Este método en cualquier microondas es el que sustituye al baño María tradicional y sirve también apra cuajar el típico fland e huevo de toda la vida.

Desmoldamos en la fuente en que lo vayamos a servir y acompañamos de lo que queramos: leche condensada, nata... En mi caso, para no pringar mucho en el trabajo, con plátano en rodajas.

Ñam, ñam.




jueves, 19 de mayo de 2016

Solomillo de cerdo al gorgonzola

Estas semanas están siendo de locura, especialmente desde que algún desalmado incendió el cementerio de neumáticos de Seseña/Valdemoro, lo que nos ha impedido estar en casa, así que imposible dedicar un sólo minuto al blog. De forma que vengo con una receta rapidita, pero que está para no parar de mojar pan en la salsa.
La primera vez que comí un solomillo así, con salsa de queso, fue en Asturias, que junto con las fabes, el arroz con leche y sus paisajes de ensueño, no se puede dejar de visitar. Para más inri, mi suegra Mari lo prepara también muy rico, así que ¿cómo no lo iba a preparar yo en casa?. Ahora os toca a vosotros.

Ingredientes:

Un solomillo de cerdo
80 gr de queso gorgonzola
150 ml nata líquida
Sal
Pimienta negra
Aceite de oliva virgen extra

Preparación:

Cortamos el solomillo en medallones. Yo es que suelo comprar los congelados de mercadona, que salen fenomenal de precio y calidad, pero si lo compráis en la carnicería, que os lo den ya cortadito. Espachurramos los medallones un poco para estirarlos y que se queden como filetitos. Salpimentamos y doramos en una sartén con un poco de aceite de oliva y reservamos.
En la misma sartén en la que hemos hecho el solomillo, echamos la nata y el queso en trocitos. Se puede utilizar cualquier queso azul, un roquefort, cabrales, gorgonzola… el que más os guste. Podéis empezar poniendo menos cantidad (unos 50 gramos) y según se vaya fundiendo el queso en la nata, lo probáis a ver si os gusta más o menos fuerte. A nosotros es que nos encanta esta salsa contundente y pongo casi todo el paquete de queso. Movemos continuamente hasta que se deshaga el queso y quede bien integrado y añadimos un pelín de pimienta negra molida. Si os queda la salsa muy espesa, añadid más nata (los bricks pequeños suelen ser de 200 ml) y si queda demasiado ligera, añadid una puntita de harina diluída en un pelín de leche o nata o mejor echáis un poco de maicena exprés, que se disuelve al momento y es una maravilla.
Ahora tenemos dos opciones: la primera, por si hay alguien a quien no le guste el queso, como algún niño pequeño, servir el queso en un cuenco aparte y que cada uno se lo eche encima de los filetitos; o bien, añadir los filetitos a la sartén y dejar que den un hervor con la salsa antes de servir.
De acompañamiento, lo que prefiráis; en mi casa, patatas y pan para mojar, que esta salsita ¡no se puede dejar en el plato!.


Espero que os guste.

martes, 10 de mayo de 2016

Pisto

Es uno de mis platos preferidos, especialmente ahora que llega el buen tiempo y se empiezan a ver tomates ricos, de esos que según pasas al lado ya el olor te dice "cómeme". Para cenar, con un huevito cocido, me rechifla. Así lo hago yo:


Ingredientes

1 kg de tomates rojos
2 cebollas grandes
1 pimiento verde carnoso
1/2 pimiento rojo carnoso
1 calabacín hermoso
Aceite de oliva virgen extra
Sal

Preparación

En una sartén honda, cubrimos el culo de aceite y ponemos a "freir" los tomates limpios y troceados (no hace falta pelarlos).
En otra sartén aparte, que ha de ser más grande que la sartén en la que estamos haciendo el tomate, echamos también el culín de aceite y ponemos las cebollas picaditas en trozos no muy grandes a pochar. Para ayudar a que se hagan antes, les echamos un
poco de sal. Cuando la cebolla comience a estar transparente, añadimos los
pimientos también picaditos y dejamos que se vayan ablandando a fuego medio. Cuando veamos que ya van perdiendo dureza, añadimos el calabacín en trocitos. Yo el calabacín no lo pelo completamente, para aprovechar lo máximo posible las vitaminas
que se quedan concentradas en la piel, pero eso ya va en el gusto de

cada uno.
Cuando veamos que el tomate frito ya está hecho, probamos de sal y vemos si está bien de sabor o si está muy ácido. En caso de encontrarlo muy ácido, añadimos una cucharadira de azúcar, movemos y dejamos que dé un hervor. Retiramos del fuego y trituramos muy bien con la batidora. Si tenéis Themomix lo ponéis un nimuto y medio a velocidad 6-10. Para que no se ensucie mucho la tapa, que a mi me da horror que se llene de tomate por entre la goma, ponéis un poco de papel film antes de cerrar la tapa y le hacéis un agujero en el centro para que salga el vapor. Veréis qué maravilla de truco (os pongo unas fotos para que lo veáis; la tapa se queda prácticamente limpia). Si no tenéis una trituradora muy potente, después de triturar deberéis colarlo con un pasapurés, un chino o un colador grande.
Una vez tenemos todas las verduras de la otra sartén pochaditas (a mi me gusta que el calabacín quede un poco "al dente") añadimos el tomate frito y dejamos que todo junto dé un hervor para que se mezclen bien los sabores. Probamos de sal y listo.

viernes, 6 de mayo de 2016

Piña con canela

En cierta cadena de restaurantes sirven la piña pinchada en una espada y horneada con canela y a mi hijo mayor le encanta; así que decidimos hacer una versión casera de este postre tan rico y sano y el resultado ha sido espectacular, porque todos queríamos el último trocito. Receta totalmente recomendada, incluso para dietas de adelgazamiento, porque más saludable no puede ser y está de rechupete.

Ingredientes:

1 piña natural
Canela en polvo

Elaboración:

Es tan sencilla la receta, que casi da reparo subirla al blog. Pero es que no os la podéis perder.
Pelamos la piña, la cortamos en rodajas no demasiado gruesas y ponemos en una sartén caliente, sin añadir aceite ni nada. Cuando veamos que se va caramelizando por un lado, le damos la vuelta para que se tueste por el otro.
Sacamos al plato donde la vayamos a servir y espolvoreamos con canela.
 En nuestro caso, la piña estaba muy dulce, así que no añadimos azúcares de ningún tipo, pero si queréis, podríais añadir un poco de azúcar o edulcorante al gusto.

¡A disfrutar!

domingo, 1 de mayo de 2016

Espagueti con nata y bacon

La forma preferida de mi hijo mayor de comer los espagueti. Parecidos a los carbonara, pero añadiendo nata líquida, que de siempre nos ha gustado. Rápidos y muy fáciles de preparar.

Ingredientes:

100 gr de espagueti por persona (en el caso de niños, unos 60 gr).
1 brick pequeño (200 ml) de nata líquida
Medio paquete de bacon en lonchas
1 ó 2 huevos
Agua para cocer la pasta
Aceite de oliva
Sal
Pimienta negra molida (a poder ser la molemos al momento)
Queso rallado para pasta (en mi caso, grada pradano)

Preparación:

Ponemos abundante agua con un chorrito de aceite a hervir. Cuando el agua empiece a cocer, añadimos sal y la pasta y dejamos hervir a borbotones hasta que la pasta esté “al dente”. Normalmente en el paquete los fabricantes suelen indicar cuánto tiempo se necesita, pero  por si acaso, en casa hacemos dos pruebas: la primera es cortar un espagueto por la mitad y ver que quede un puntito pequeño blanco en el centro. Eso querrá decir que la pasta está casi hecha, pero con ese puntito pelín duro al final, que hace que los italianos llamen a este punto “al dente”. La segunda, que es la que mi hijo pone en práctica, es lanzar un espagueto contra los azulejos de la cocina y, si se queda pegado, es que ya está en su punto la pasta.
Una vez cocidos los espagueti, los escurrimos y reservamos. (Si vamos a tardar un ratito en añadirles la salsa, echamos un chorrito de aceite por encima, no mucho, y removemos, para que no se queden apelmazados). 
Mientras se cuece la pasta, cortamos en bacon en trocitos y reservamos. Además, en un cuenco, batimos el huevo (suele ser 1 huevo por cada dos ó tres personas), la nata, un poco del queso rallado y pimienta negra molida.
En la cazuela donde hemos cocido la pasta echamos, sin aceite, el bacon en trocitos y dejamos que se dore y suelte grasilla (si suelta mucha, la retiráis antes de añadir la pasta). Cuando esté a nuestro gusto, añadimos los espagueti y movemos bien, de forma que la pasta absorverá lo pegado del bacon a la cazuela y cogerá todo el sabor. Añadimos la mezcla de nata, huevo y queso y movemos al fuego, dejando que reduzca. Molemos otro poquito de pimienta por encima y servimos caliente.
Acompañamos con más queso rallado, si nos gusta. 







¡Al ataque!

ir arriba